BIENVENIDOS AL GHETTO

Ya no estás solo, estamos todos en este día y cada día. No venimos a enseñarte, solo a darte un lugar para que compartas este sentimiento. No somos nada mas que un grupo de amigos que disfrutan de una pasión sin límites y quieren contarla. Por suerte nunca ningún miembro de los Redondos ha confirmado alguno de los mitos que se generaron a su alrededor, lo que hace imposible afirmar lo escrito aquí. Disfruten del viaje, termina cuando ustedes quieran.


lunes, 19 de noviembre de 2012

HISTORIA DE UN DESCONOCIDO, SUEÑO DE UN CONOCIDO...


Pasado el banderazo cada vez fue más fuerte resonaba el rumor. Era un secreto a voces que las diferencias entre los antes enfrentados a muerte, SOLARI-SKAY Y POLI, se habían acortado y las esperanzas de todos los soñadores redonditos renacían cada vez más. Solo esperaban la confirmación, la certeza desde la boca de alguno de los integrantes de que Patricio Rey volvía a renacer. Todos nos llenábamos de preguntas y rezábamos por una respuesta que se hacía rogar. Los rumores cobraban vida, la noticia inundaba los medios, los corazones de los más chicos (en especial) y también de los nostálgicos más avanzados en décadas de peregrinaciones. El espíritu único que había nacido en los 70, descendía a los infiernos terrenales nuevamente, como una historia bíblica llegaba para resucitar las almas desangeladas y reclamar el trono de este mundo redondo que en algún momento se había creído perdido...
Y el momento llegó, en esa vieja radio de rock y pop donde se habían hecho natural sus apariciones para presentar misas y discos a fines de los noventa, una vez más estaban reunidos para conferencia de prensa los notables: Indio, Skay, Poli, Semilla, Sergio y Walter. Un mundo de rock paralizado, periodistas y medios latinos de los que nadie entendía el porqué estaban allí.  El resto del mundo cubriendo la gran noticia, levantando un montaje alrededor de nuestro sentimiento como nunca antes lo habíamos visto. La parafernalia que se alzaba bajo los pies de los Redondos no la habíamos vivido, no la queríamos, de hecho la repudiábamos, pero nada importó cuando la voz de Solari acalló a los multi-medios que murmuraban y nunca nos habían acompañado. "El viaje no se había terminado, solo que Patricio Rey necesitaba descansar y se había tomado vacaciones". Pocas palabras, solo una fecha y un lugar. El sueño volvía a renacer y los corazones a brillar entre llamas de los infiernos más encantadores. Volvían a soplar brasas. Volvía a pisar fuerte el rocanroll del país.
Entre disculpas y abrazos, se preparaba una nueva presentación, un nuevo show, una nueva MISA. Se sabía que toda la argentina rocker se movilizaría a lo largo y ancho de su extensión para ofrendar sus almas desangeladas ante al altar de PATRICIO REY, todas las edades, razas, sexos, todos bajo una misma religión, todos convocados por un mismo sentimiento. Los redondos nos volvían a cubrir con un manto de emociones.
Y ahí empezaban los preparativos para viajar al centro de este mundo redondo, ahí mismo donde se despidieron. Una vez más se preparaban para arrancar un nuevo viaje, continuaban desde la estación donde nos dejaron. Y ahí estábamos esperando: ansiosos, ilusionados y firmes. Nunca nos fuimos. Siempre mantuvimos este sueño de volvernos a ver. Y estaba al alcance de nuestros corazones. Mochilas, entradas, vinos, fernets, birras, fasos, sandguches, asados, hambre, sed  y cansancio de la rutina a la que nos somete la sociedad. Con todo eso se cargaban los bondis que zarpaban hacia el fin del mundo
Nada era fácil por estos días, el dinero escaseaba y moverse de una ciudad a otra valía más que nuestras penas. Entonces decidimos volver a la vieja usanza ricotera: arrancar días antes y rogar que un alma caritativa nos arrime a nuestro destino de alegría, con nada, con bolsillos llenos de vacío, llenos de necesidad, llenos de alejamiento, de carreteras oscuras e interminables, de abandono, de tristeza, de necesidad. Con todo eso y mucho más a la gloria viajábamos  Si, efectivamente, a dedo comenzaba este trip.
Acompañados por nuestras mochilas y nuestras lonas que cuentan miles de historias en su haber, salimos a la ruta. Llevábamos tintos de compañía y ramas para elevarnos. La moneda es poca pero entre todos y alguna ayuda de la familia más el fiado de la señora del almacén barrial, pudimos llenar el buche en esos largos días de peregrinación. 

Caminata, mucho viento a favor y el empuje de algunos camiones que viajaban hacia la ciudad mediterránea nos arrimaron con tiempo de sobra.
Familias y tribus reunidas bajo un mismo cielo, que como no podía ser de otra manera era más celeste que nunca. Nos acomodamos por ahí entre nosotros, donde compartimos nuestros tesoros de lata con los demás, donde convidamos nuestra pobreza a todos, donde nos abrazamos entre trapos de seda y comenzamos a agitar rocanrolles desde nuestra llegada.
El sol brillaba y aunque no se quería perder esa fiesta, le tuvo que dejar su lugar a la luna. En las plateas de las extensas sierras encontramos nuestro lugar y como por arte de magia o de Patricio Rey nuestro pecho comenzó a acelerarse cada vez más. Nadie sabía como iba a explotar esto, solo que ya estábamos detonados desde varias horas antes del comienzo.
Y las luces del campo se apagaron y los gritos comenzaron. La danza macabra del guetto de los pibes tomó el centro del país y el mundo comenzó a temblar. Ningún sismógrafo podía medir este movimiento. La vibración estaba latente y todavía los himnos no habían arrancado. Los corazones no se contenían dentro de los cuerpos redonditos.
Y la fiesta comenzó. Entre riffs y gritos regresamos de este Oktubre, para unirnos al pibe de los astilleros acompañados por Un ángel que borró nuestra soledad. Un comienzo que dejó sin aliento a más de uno (en especial a los que peinan canas). La nostalgia se inyectaba en las venas. Y ya nada pudo parar esta marea. Desde lejos, dicen, se veía un solo movimiento, una masa uniforme latiendo al ritmo de Sidotti y Bucciarelli, desde el cielo que bordeaba el escenario la mirada de Solari no daba más.. El fuego estaba encendido y ya nadie lo podía apagar.
Sacamos la ropa sucia afuera de tanto transpirar la camiseta, bajo cruz diablo y su ritual cargado de rock and roll, vimos una mariposa pontiac que sin respiro venía acompañada de Susanita. Y a este ritmo seguíamos pasmados, nunca supe de donde, tanto ellos como nosotros, tomábamos aire de a sorbos para poder respirar y seguir inmersos en este viaje.
Sobre la noche oscura se posó el romanticismo, dando paso a la novia del carioca y mi genio amor, viejas joyitas que bajan la guardia de las damas. Con una seguidilla que incluía Preso en mi ciudad, Motorpsico y Gualicho las almas intoxicadas le daban paso al relax y descanso, en el único parate/intermedio de la jornada.
De vuelta las almas al ruedo y al palo como debe ser. Explotaban los rocanrolles en el cielo y en el infierno. Ñan fri fruli, Vamos las bandas, Ella debe estar tan linda, Nueva roma y Superlógico metían a las mentes en un éxtasis que nunca habían sentido. La imagen era surrealista  una pintura tan esperada por todos y que nadie se detenía a observarla. Sobreviviendo a eso podemos soportar lo que sea, eso creíamos y esto no había terminado. Íbamos a morir en ese césped y estábamos orgullosos de eso.
Bajamos a la tierra con Espejismo, Todo un palo y Rock yugular. Posiblemente 3 de los mejores temas de la historia del rock nacional. La sensación era única, los viejos se miraban perplejos, sabían que esto nunca había pasado y nunca iba a volver a pasar, todos los temas que uno sueña, estaban sonando. Y soltamos las amarras de nuestras lágrimas, nos envolvimos en banderas y bengalas al son de Juguetes Perdidos. Nadie pudo contener la emoción. Nuestro sueño se estaba cumpliendo, nuestra vida estaba ahí, hasta ellos antes enfrentados se miraban emocionados. La voz de Solari se deshacía entre nudos y la mirada perdida y desconcentrada del flaco le permitía errores. El mundo se había quedado quieto y disfrutaba siendo la escenografía de nuestra fiesta.
Limpiamos lágrimas con nuestras propias mangas y dejamos de moquear, llegaba el último empujón  el último envión y había que darlo con todo. La murga de la virgencita, El infierno encantador, Yo caníbal, Maldición va a ser un día hermoso y un minuto de descanso, solo eso. Respira profundo y junta fuerzas de donde sea. Llegaba una risa desde lo más profundo de Patricio Rey y nos ordenaba mover el mundo de lugar, una risa diabólica, oscura, cínica y siniestra. El mundo estaba quieto y viciado de malas mañas, y debíamos re acomodarlo a nuestro gusto. La mecha estaba encendida y el estallido asomaba..
El "no lo soñé", fue la única mentira de la noche. Lo veníamos soñando desde el 05 de agosto del 2001. Sino era por nosotros, era por nuestros hijos, nuestros sobrinos o hasta en algunos casos nietos. Todos estábamos ahí. Hermanados bajo un mismo envión, bajo un solo sentimiento. Ahí se terminaron las peleas y los embrollos. Se acabaron los chismes y rumores, las peleas y los entredichos. Esto era solo un rocanroll del país, del bueno, del mejor, el que necesitábamos. Ahí las bandas volvieron a ser eso, las bandas más seguidoras y apasionadas de esta tierra. 

Y como no podía ser de otra forma, cerca de la una de la mañana se desató el pogo mas grande del universo. Ahí matamos y morimos en casi seis minutos. Ahí dejamos todo y mas. Era nuestro momento. Chocamos contra el mundo y él se terminó haciendo a un lado. Bien sabe la naturaleza que nuestro poder bajo ese estado es imparable. La imagen desfigurada y los ojos ciegos bien abiertos vieron como la noche de cristal se hacía añicos, como antes, como siempre. Y en el último acorde, entre abrazos y saludos desde arriba hacia abajo y viceversa, nos despedimos de esa noche soñada.
Me dirán miles de cosas, entre ellas que vivo de un sueño. La verdad, no me importa. Seguiré soñando, sin sueños mi vida (y la de muchos) no tendría sentido. Muchas veces te viste apretando el puño sin nada más que tristeza. La suerte muy pocas veces tiro de nuestro lado y la realidad la mayoría de las veces nos golpea. Pero sigo y seguiremos allí, atados a un sueño. Que un sueño acabó ya te dijeron, pero no que todos los sueños de las almas desangeladas que se unen para pedir lo mismo. Una misa más.
Sigo soñando. LADREN LO QUE LADREN LOS DEMÁS... 


Texto: Ricoteros de Alma.