BIENVENIDOS AL GHETTO

Ya no estás solo, estamos todos en este día y cada día. No venimos a enseñarte, solo a darte un lugar para que compartas este sentimiento. No somos nada mas que un grupo de amigos que disfrutan de una pasión sin límites y quieren contarla. Por suerte nunca ningún miembro de los Redondos ha confirmado alguno de los mitos que se generaron a su alrededor, lo que hace imposible afirmar lo escrito aquí. Disfruten del viaje, termina cuando ustedes quieran.


lunes, 13 de enero de 2014

"A LA LUZ DE LA LUNA"


"A la luz de la luna" es cuando se desatan las mayores pasiones, esas que pueden derretir hasta el mas duro de los corazones. El fuego arde mas o suele notarse mucho mas en sus vivos colores cuando las luces se apagan. Cuando el sol se larga a recostarse sobre su ocaso la luna se refugia entre las estrellas para alumbrar esos amores que no se apagan por mas que la fiesta termine.
Hay un amor un poco mas grande que el que dos personas pueden desatar sobre una cama. Hay un amor que soporta todo y es esquivo a las miradas críticas de la sociedad y es nada mas y nada menos que el amor desatado en los ricoteros, aunque en este caso miraremos un poco mas el amor que mantienen a travez de kilómetros y del tiempo las ricoteras.
Esas que alguna vez tuvieron su exclusividad en un tema clásico de Patricio Rey ("rock yugular") y hoy vuelven a aparecer en la agenda de Carlos Solari, en su tintero quedaban unos versos mas para dedicar a sus amantes femeninas y los vuelca de lleno en esta balada con tintes de rock que invitan al pogo (ya me imagino la guitarra de Gaspar Benegas marcando el ritmo de las almas desangeladas en alguna noche de misa india).
Como nos va contando Solari (donde nos muestra una vez mas el porque del "Fisgón ciego" ya que parece haber vivido la previa y el post misa desde adentro de las bandas y no desde la organización y el escenario), las mujeres ricoteras de alma juegan sin que nadie las pueda tocar, son diamantes en bruto (sobretodo las mas jóvenes) y vuelven a casa los domingos, algunas recién llegan los lunes o martes, arrastrando sus mochilas y remeras compradas en la previa a la misa. Estas mujeres, adolescentes algunas han recorrido las calles, las rutas y todo lo que se cruce en su camino con tal de llegar a ver a nuestro único héroe y por esto tienen la capacidad de mostrarte el mundo, su mundo.
Como en otra época, los noventa, los chicos estaban "atragantados con los licores" al tomar vino en tetra brick, hoy acostumbran a tomar cerveza en los puestos de venta callejeros en el camino de entrada al hipódromo, autodromo, estadio o donde sea nos convoque nuestro querido Indio. Obviamente esa cerveza esta "a punto", a punto de ser tomada porque de fría o helada esta bastante lejos. Y también recordando aquel bello poema hecho himno, "soplando brasas en tu corazón" donde se hacía una analogía entre el consumo de marihuana en los ricoteros, tratando de soplar para mantener encendido el faso y el hecho de que ver a esos chicos atravesando todo límite para verlos mantenía cierto fuego encendido en el corazón de Solari, un fuego de rebeldía y de no querer abandonarlos ya que estaban a la interperie de esa sociedad política putrefacta de los 90, hoy esta ricotera "sale a correr la noche y hace lindo `picar' y reir", obvia insinuación al hecho de armar un porro y luego reírse un rato por el efecto que provoca.
Como toda ricotera es rebelde, no sabe que hacer con su vida, gira y baila dentro de los recitales con sus manos en los bolsillos como coqueteando y mostrándose tan pura y hermosa, todo mientras disfruta del show que le acelera el corazón tan fuerte que casi se escuchan sus latidos desde arriba del escenario.
Ella comienza a encontrar en las letras algún remedio a sus dolores que a esa edad apuntan mas al desamor que a lo social y económico. Sabe que "esa herida no cierra mas" y decide ahogar sus penas entre alcohol, fasos, rocanrol del país y amigos, hermanos ricoteros.
Desde arriba del escenario, Solari la ve y piensa: "En esas horas se la ve tan linda que finalmente uno aprende los secretos de esta vida". Y con su edad es un poco mas fácil caer en lo simple que es esta vida, mas cuando ve una "piba" de 15 años con un tatuaje en el brazo que dice: "vivir solo cuesta vida". Una piba que gastó las últimas monedas para poder llegar y ser feliz. Allí, uno entiende que la vida no vale nada, mas que vivirla, disfrutarla. Y que no necesita de grandes lujos para poder ser así, tan linda, mas si esta "A la luz de la luna".

Texto: Ricoteros de Alma