BIENVENIDOS AL GHETTO
Ya no estás solo, estamos todos en este día y cada día. No venimos a enseñarte, solo a darte un lugar para que compartas este sentimiento. No somos nada mas que un grupo de amigos que disfrutan de una pasión sin límites y quieren contarla. Por suerte nunca ningún miembro de los Redondos ha confirmado alguno de los mitos que se generaron a su alrededor, lo que hace imposible afirmar lo escrito aquí. Disfruten del viaje, termina cuando ustedes quieran.
jueves, 2 de junio de 2016
La vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo.
Todo arranca en el 2013, viste que a veces tenes golpes, tristezas y alegrías, dependiendo el año hay veces que te tocan más los dulces y otras veces más las durezas, bueno ese 2013 arranca acomodándose como un año del "orto". De arranque nomás cuando recién pisabamos marzo me quedo sin laburo. Yo soy metalúrgico por herencia, en la misma fábrica que laburaba yo, había estado antes mi viejo y antes que él, mi abuelo. La típica empresa casi familiar, que aunque tenía en un momento más de 50 empleados, no dejaba de ser manejada por toda una familia y a cada uno de los integrantes los tratábamos como tal, desde la hija más chica que estaba en la administración, el padre que era la cabeza o el hermano, mi mejor amigo, que estaba a lado mío poniendo el hombro. Lo respeté siempre por eso, nunca me trató como empleado, siempre fuimos pares. Tuvimos épocas buenas, metíamos muchas horas extras, me animé a meterme en un crédito para comprarme un auto que iba pagando con las mismas horas de más. Un "golcito" modelo 99, no era gran cosa pero me llevaba a todas partes. Estábamos bastante tranquilos, los sábados terminabamos temprano y entre los que estábamos comíamos siempre un asado, inclusive la hija del dueño comía con nosotros una chica muy humilde y muy de barrio a pesar de estar bien económicamente. Una tarde se quedó jugando al truco con nosotros en la esquina y tomando cerveza jajaja. El respeto y la buena onda eran moneda corriente entre todos.
Pero en el 2012 empezó la mala. De a poco la producción fue bajando, las horas extras se fueron acabando, los problemas económicos aparecieron, de a poco nos fuimos turnando para tomarnos vacaciones, de a poco fuimos quedando cada vez menos. Muchos de mis compañeros no les alcanzaba lo que ganaban para vivir, tenían familias que no podían mantener laburando un par de días a la semana y eligieron renunciar y buscar otra cosa para no hacerle quilombo al "trompa". Yo me quedé y me quedé, en parte porque ellos eran mi familia y en parte también porque tenía esperanzas de que todo mejore y empecemos a levantar, ya habíamos tenido bajas, pero esta fue más dura que las anteriores.
Cuando llegó marzo solo quedamos el "trompa", el hijo, la hija y yo. Un día casi llorando vino mi amigo a decirme que iban a cerrar por un tiempo, que apenas aparezca algo de laburo me avisaban. Yo pasaba todos los días por la fábrica, hasta que un día pasé y vi como se llevaban todo. Me partió el alma, más por mi amigo que perdía su empresa, pero bueno, ahora me tocaba encontrar algo a mi.
Como les decía, era un año horrible, las cuentas se fueron acumulando, no conseguía laburo en ningún lado, el auto no lo podía bancar ni pagar el crédito. Y fue pasando lo que le pasa a mucha gente, primero me cortaron el teléfono, después el cable y para terminar de caernos, mi vieja se enferma. El médico me la cantó bien clara: "se pone muy nerviosa, eso le sube la presión, a su edad se tiene que cuidar y estar más tranquila". Pero como no se iba a poner nerviosa si todos los días nos llegaban 25 mensajes por deudas?
Lo único que se me ocurrió fue vender el auto. Pensé "lo vendo, me compro una moto y salgo de cadete, con el resto pago las cuentas y le compro algo a la vieja". Bueno, del dicho al hecho se hizo un largo trecho donde pude pagar apenas una parte de las deudas, comprar una moto medio pelo y quedar en deuda con la vieja.
Parece que fuera pura casualidad, pero entre muchas peleas que habíamos tenido con Noelia, mi novia, después de vender el auto me dejó. No la culpo, ella tenía una familia con guita, el padre farmacéutico, ella estudiaba lo mismo, la madre bancaria. Igual hubiese elegido otro momento para dejarme la guacha jajajaja.
Conseguí un laburo como cadete, bien simple: trabajas muchas horas, cobras poco y tenés que estar todo el día corriendo para llegar a fin de mes.
Como les contaba, una mierda todo, cada día de ese año te daba un golpe más. Desde perder el laburo hasta boludeces como perder plata o la novia jajajaja. Eso sí, con cada golpe que me daba la vida, siempre contaba hasta diez y cantaba a mis adentros: "la vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo". Eso me bajaba mil revoluciones y me daba un empujoncito para seguir remando. Al fin y al cabo así es la vida del pobre, siempre hay que luchar para sobrevivir.
Todo iba normal, al día con casi todo porque siempre alguna cosita que se iba atrasando, pero con la cadetería podía llegar a mantenernos.
Hasta que, en pleno invierno llegaron las "buenas" nuevas de los escondidos: hay misa en Mendoza, el 13 de septiembre toca el Indio. La noticia me pegó un cachetazo que me dejó grogui por un par de segundos e inmediatamente empecé a pensar como iba. Le di un millón de vueltas en la cabeza, la pensé de mil maneras diferentes, hasta que la realidad me bajó a la tierra y me di cuenta que no podía ir. Del trabajo no me echaban pero ganaba lo que laburaba, si falto no como, me atraso en las cuentas, la vieja se preocupa y su presión es un poco inestable a su edad. No era un viaje corto como para encarar a dedo con un par de días; y plata para el viaje tampoco tenía. Todo eso lo pensé en segundos y así como lo pensé se me fue desmoronando la cabeza junto con el cuerpo contra la cama. El alma pasó de largo al piso y sentado, agarrandome los pelos me largué a llorar como si fuera un chico.
Desde que el Indio empezó con los Fundamentalistas no falté nunca, inclusive a La Plata fui ambas veces, cruce a Uruguay. A San Luis me fuí una semana para conocer el lugar, A Salta me fui en un camión que salía de la fábrica. A Tandil y Junin me fui a dedo, pero claro me quedan cerca. Se me vino el mundo abajo y ahí sentí la derrota. La real, la del mundo, la de la sociedad, esa que siempre te golpea hasta que un día te quita las chances. Lo más feo que hay en esta vida es ni siquiera tener la chance. Mi vieja me estaba mirando, se me arrimó, me abrazó y me susurró al oído: "te enteraste lo del Indio eh?".. Solo tuve fuerzas para asentir con la cabeza, no podía hablar sin llorar y tampoco quería que me vea como un chico, al final soy el hombre de la casa, debo comportarme como tal. Me envolvió como solo las madres lo pueden hacer y con una sonrisa me dijo "supuse que no llorabas por Noelia". Nos sonreímos cómplices y nos levantamos. Sacó del monedero un par de "guitas" y me dijo "comprate una cerveza que yo preparo una Polenta". Les cuento que es mi comida favorita, más conocida en el barrio como "La polenta de doña Rosa". Mucha salsa, mucho queso, chorizo. Se sentó conmigo se sirvió jugo, me sirvió cerveza y me dijo: "vamos a brindar y como dice el Indio 'bebamos de las copas más lindas que tenemos hoy', porque siempre hay que creer, hijo". Mi vieja es sencillamente una genia, jubilada pero con onda, entiende todo, siempre te escucha, siempre te abraza cuando lo necesitas y al instante te llena de calidez el alma. No es ricotera, nunca fue aunque siempre la jodo para que me acompañe, igual los temas le gustan. En realidad no se si le gustan, pero como lo único que escuchamos es rock, los temas se le pegan, los canta y una vez en un partido de "chin-chon" que jugamos le gané y como prenda se fue al super a hacer las compras con mi remera de "Luzbelito" jajajaja. A todos los vecinos que la miraban les decía: "que? no puedo hacerme la ricotera?" Jaajajjaja. Todo el mundo la quiere, cuando sale a caminar la saludan todos y siempre con una sonrisa. Y tiene el mejor remedio para los dolores del alma: su cocina. Juro que con su Polenta un poco se me pasó un poco la bronca, me comí como tres platos y dormí como un pajarito ajajajjajaaj.
Así se me fueron pasando los días, ustedes entenderán. Saber que hay misa y saber que vas a faltar es un calvario. Todo lo que escuchas a tu alrededor es "misa", "Indio", "Redondos". Y con que tapas ese dolor? Obvio, escuchando al Indio jajajaaj. A veces hasta en las peores broncas y dolores hay que encontrar un motivo para sonreír y en esas letras encuentro miles de motivos.
Como todo te vas acostumbrando, hasta al dolor de no poder ir hasta que llega ese lunes. El previo a la misa. Ahí parece que cada hora fuera una trompada de Tyson. Parece a propósito, la primer misa que no voy y todos los canales se la pasan hablando del Indio. Nunca pasan nada del pelado, y esta semana llenaban los noticieros. Que Mendoza, que la gente, que ya llegaron los ricoteros, que la cantidad de entradas, que el frío, que la re puta madre. Que les voy a decir, por más que quería todo me tiraba para abajo.
Llegó el miércoles, me senté a comer y, como no podía ser de otra manera, doña Rosa me cae con un puchero completito, de esos que no les falta nada. Me mima mucho la vieja, aunque los mimos de esa semana me estaban dejando mas redondo que de ricota ajajajjaa. Pongo el noticiero y lo veo al pelotu.. de Andino hablando de que? Si, del Indio. "Mendoza se prepara para un recital histórico bla, bla, bla". Cuando este salame habrá visto al Indio para ponerse a hablar? Baje la mirada y le mandé un sorbo de sopa caliente que me borró la cara de Andino, América y hasta la garganta de tan caliente que estaba ajajjaja. Mira como será de picara la vieja, que en ese momento me dice: "para apurado" y saca de la heladera una cerveza. Me guiña el ojo y me dice: "Toma despacio que queda otra".
-Apa! cobraste el aguinaldo? jajajajaj.
Sonrió y se sentó a comer a lado mío. Extrañamente duró dos minutos y se fue a la pieza, me pareció raro y me quedé mirándola. Vino de la pieza, se me arrimó, me abrazó y me agarró la mano. Me dio un puñado de billetes y me dijo: "los milagros que van a estar de tu lado".
-Y esto? Qué pasó?
-Antes de ayer jugué la edad del Indio a la quiniela y le recé a Dios que me ayude para que puedas ir a Mendoza. Verte feliz no es nada, es sol...
Ni la deje que termine, me levante, le salte arriba, la levanté, hice pogo, la revoleaba, le gritaba que la amaba, que me perdone por no decírselo más seguido, hice pogo de nuevo, me puse a gritar "vaaaamo lo redooo". Todo en un comedor de 4 x 3 ajjajajaja. Salí a la puerta y como un tonto enamorado que viene con el corazón todo agujereado y de golpe se encuentra al amor de su vida me puse a cantar "Un ángel para tu soledad". Así como se canta, a los gritos, llorando, festejando abrazando a cualquiera. Pasa un vecino y me dice: "Roberto! vas a Mendoza?". Nunca contesté algo tan contento: -SIIIII!. "A vivir que son LOS días" me contestó. Ahí me paré un segundo, le dije que era "a vivir que son DOS días", luego lo abracé y seguí cantando.
La plata era justa, pero no importa nada. Allá conocí gente de todos lados, me convidaron cerveza, fernet, me re-contra cagué de frío. Y llegó el momento de entrar. La emoción que viví al caminar esos metros de entrada es indescriptible. Nunca me sentí igual, debe ser porque pensé que no llegaba. Se me caían las lágrimas, se congelaban y las metía al fernet jajajajajaj. Todo era un sueño perfecto y para hacerlo más perfecto comenzó todo.
Lo habrán vivido o lo habrán visto miles de veces por los videos de Vorterix pero se los cuento a mi manera: se apagaron las luces y todo se transformó en una nube helada que nos empujaba a saltar y agitar. Arrancó esa especie de danza india que te saca el demonio de adentro y cuando menos te lo esperas posterior al "damas y caballeros" un estallido eléctrico lo muestra al Indio parado en cruz esperando que lo abracemos y arranca "Luzbelito y las sirenas". Imaginate yo como estaba. Con la emoción que tenía, que arranque con uno de mis temas favoritos parece toda una película con el mejor de los finales felices. Todo el tema fui cantando al palo acumulando fuerzas para llegar al momento que hace que ese tema sea mío: "la vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo". Sentí por dentro que mi viejo desde el cielo y mi vieja desde casa lo gritaban conmigo. Hay algo que te envuelve cuando el Indio canta tu tema favorito, es como si el alma saliera de tu cuerpo y pudieras ver todo el mundo desde dentro de esa canción. La cabeza, la mente, el corazón, todo junto estalla. No hay droga que genere esto (y eso que nunca me drogué).
El resto fue historia, aguanieve, cientos de miles, una lista de puta madre, el gorrito del chavo, jajajajaa.
Volví e imaginaran como: con ganas de comerme un elefante y cagado de frío jajajajaja. Y cuando llegó que pasó? Mi vieja estaba amasando fideos. Si, a las cuatro de la tarde porque le calculaba a que hora iba a llegar. Les dije que es una genia? Nos sentamos a la mesa y le pregunté si había visto algo y me dijo que se sentó a buscar, justo pasaban una película de Sandro, se enganchó con la película y se olvidó jajajajaja. Le conté cada detalle, lo que sentí cuando cantó el primer tema, a los dos se nos llenaron los ojos de lágrimas, obvio nos acordamos de mi viejo un luchador incansable. Luego brindamos, terminamos de comer y nos fuimos a acostar. A descansar el cuerpo que mañana hay que volver a la calle.
Esa noche me acosté y sentí que mis viejos estén o no, siempre me van a cuidar desde donde sea. Me levanté, me fui a la pieza de mi vieja y le dije: "Te amo mamá, gracias siempre".
Los Redondos y el Indio pueden abrazarte cuando más lo necesitas, como dicen ustedes los Ricoteros de Alma, pero es más lindo el abrazo si viene ayudado por tu familia.
Ah! Post-data amigos, estoy saliendo con Micaela, la hermana de mi amigo, la hija del dueño de la fábrica. Después de Mendoza lo crucé a mi amigo y tomamos una cerveza, me contó que se pusieron una panadería y que como siempre la están luchando, pero les va bien, en familia y unidos. Obvio en la primera que pase con la moto por ahí le caí a manguear unas facturas jajajaja. Mica atendía, empezamos a charlar y ya saben como somos los ricoteros, un "linda e infinita" va, un "la más linda del amor" y me la gané jajajajaj. Un día de estos capaz la llevo a una misa, no se, voy a ver si se aprende toda la discografia del Indio jajajaja.
Saludos a todos y nos vemos en la misa.
Roberto.