"Es una pintura actual. Habla de la gente que se queja y a la vez hace mostración de riqueza y la termina matando un pibe que no siente nada, que agarra al tipo que soñaba con mucamos filipinos, lo tira al piso del baño y... BANG BANG BANG. Parece un tema que reclama una música más dramática, pero como los pibes no sienten nada..."
"Esto lo hice a propósito. Da la impresión de que el coro esta en un bar cantando alegremente, como celebrando que la banda toca sin comprender del todo que es lo que está cantando..."
Y ese coro de notables está integrado por Marcello Raiter, Ax, Gustavo Cielo, Don Martin, Protoplasman, Culito, Deborah y Luciana, tal cual son nombrados en el disco como el coro Anarco-Pontificio. Y es así, la música y el coro parecen alegremente entonar una de esas viejas canciones de iglesia, por sus tonos, sin embargo están cantando una pintura de época y de clase social, dos clases que se cruzan en un momento de la vida para definir sus destinos.
Mi callejón con todos sus milagros
tu callejón... Ay! BANG! BANG! BANG!
Jardines con sus manzanitas de oro
Y en tu jardín Ay! BANG! BANG! BANG!
Hay dos tipos de jardines para esta gente, la que relata en principio la historia sabe que hay dos callejones y los quiere bien distantes aunque ambos vivan en el mismo lugar. El callejón de la alta sociedad, con sus milagros y la gente siguiendo el mandato de Dios, tan pura y blanca, con manzanitas de oro, perfectos e impolutos. Y por el otro lado, tu jardín el del marginal, el pibe que tiene su vida echada a la suerte y sabe que su único destino es agarrar un fierro y salir a delinquir. Ese callejón, el del pobre siempre con sus tiroteos y los quilombitos.
Charcos amargos son tus quince años
Y está esa piedra que te quiere hundir! Oh! No!
Solo eso, el comienzo de la adolescencia no trae más que tragos amargos, acá no hay fastuosos festejos ni regalos millonarios, aquí solo hay dolor y siempre esa piedra que nos quiere hundir, que nos quiere llevar por el mal camino, la droga y los narcos, tratando de hacerlos sus soldados. La Muerte que te mira, hace visera
Cuencas vacías BANG! BANG! BANG!
Estás atado en el piso del baño
boca abajo y BANG! BANG! BANG!
Acá comienza la historia en donde se cruzan: esos pibes con gorra que se meten a tu casa del barrio privado y no encuentran lo que fueron a buscar y vos tampoco se lo queres dar, te resistís porque hasta ese momento te importa más el dinero que guardas que tu propia vida, llevándote hasta el baño, teniéndote atado con tu familia en el piso con un fierro en la cabeza, boca abajo y listo para recibir el balazo.
Un estampido no te cambia el gesto
(son los billetes los que te dan ilusión)
Ese grupo de pibes te tiene aplastado contra el piso, gritando y pegándote para que largues el dato que quieren, que les des lo que buscan y tu cara no se inmuta. Pensas que podes zafar de esa, pero no si perdes tu dinero, hasta ese punto llegó tu ambición, a temerle más a perder tus billetes ante que a tu familia.
Esos pibes no sienten nada
No sienten que se pueden morir
y nada por vos
Escuchaste alguna vez la frase "están jugados"? No es nada más que eso, estos pibes están jugados, no les importa nada, no sienten miedo a morir porque se han criado viendo a la muerte en esos barrios, y mucho menos sienten ganas de perdonarte la vida, sobre todo al escuchar las sirenas de la policía que llegan al barrio...
Lo que te huele con su hocico negro
es el pichicho de la ley
Soñaste con mucamos filipinos
muerto coqueto Ay! BANG! BANG! BANG!
Y ahora estás ahí, tirado en el suelo del baño cubierto de sangre, mientras la policía forense anota y los perros huelen tu cuerpo alrededor de la tiza. Todo acabó, inclusos esos sueños y promesas de cagar uno más y escaparnos en familia a algún lugar bien alejado de estos lares, allá lejos en Filipinas o el Caribe, donde vivamos rodeados de mucamos locales sin trabajar nunca más.
Perfumes que empalagan y marean
con los milagros de mi callejón Mi callejón... Mi callejón con todos sus milagros
Tu callejón... Ay! BANG!
Y ahora donde están los milagros? En el callejón de tu barrio te encontraron muerto, todos esos olores que percibías y anhelabas conseguir, te marearon, te hicieron elegir el camino equivocado y terminaste muerto quizás hasta mandado por el mismo socio que pensabas traicionar.
Aclaración: más allá de que muchos lo vincularan al libro de Naguib Mahfuz y otros seguramente tiraran nombres de los personajes de los que el Indio habla en esta canción, nosotros como siempre preferimos vivir nuestra película sobre el tema y dejar que nuestra mente vuele con su arte.