¿Era todo?
Pregunté Antes de despedirme. Sin más apuré la partida como si eso dejara atrás todo lo que habíamos pasado juntos. Para ella no era más que un puñado de recuerdos, para mi había sido mi vida. Las lágrimas que llenaban mis pupilas no se si eran de bronca por no saber que el final se acercaba, de dolor por no volver a verla o de tristeza porque en el fondo todavía creía que era mi gran amor.
No nos dimos nada más, solo un buen gesto
Dejé el dolor escondido bajo el orgullo y caminé. La llegada a casa no era muy alentadora, hasta su perfume parecía impregnado en cada rincón de mi guarida. Abrir la heladera, mirar al vacío y cerrar. Eso es lo que quería hacer con cada pensamiento, pero tristemente, es imposible.
Mordí el anzuelo una vez más
Manotear el celu ante cada notificación era una ventana a la esperanza de ver su mensaje. Esperanza que se esfumaba tan rápido como demoraba en bloquearlo. Viste cuando te dicen "es la última vez"? Y de tanto que te lo repiten se te termina haciendo una mala costumbre no hacerle caso. Me justificaba con pavadas, solamente porque nunca pensé perderla. Pero el adiós fue la muestra de que debería haberla escuchado.
Nuestra estrella se agotó y era mi lujo
El amor se había acabado para ella, se "desgastó" me dijo. Para mi era lo único que me hacía brillar, fui todo un egoísta. Ya está.
Cuando sentís un vacío que nunca viviste, no queda otra salida que desempolvar la viola y empezar a tirar unos acordes, trabajar un poco la cabeza con otra cosa que no sea ella. Tan colgada la guitarra como mi cabeza que le faltaba un cuerda, pero no importa, cualquier cosa es mejor que pensar.
Rasguido tras rasguido y va saliendo, vas sintiendo la música que te sana todo, cuerpo, alma y hasta en el peor de los casos, el corazón. Revolví un poco la estantería y encontré el cd. Limpieza y al equipo. Es mucho mejor que tocar solo. Pista 6, tocamos juntos y va...
Ella fue por ésa vez
Mi héroe vivo ¡Bah!
Fue mi único héroe, en este lío.
La más linda del...
Ahí no pude cantar más. El nudo en la gola que aumentaba con cada palabra cerró todo. Las letras del Indio te curan o te matan y si te hacen acordar a una mujer, definitivamente te fusilan. Dejé de tocar, me desplomé en el suelo y no me quedó otra que abrazar la nada y dejar caer las lágrimas.