Si antes de comprar la entrada te decían que ibas a caminar kilómetros, terminar tapado por el barro, perder zapatillas y otros objetos de valor, volver congelado por el viento y pasar más tiempo caminando que en el show, HUBIERAS VUELTO A COMPRAR ESA ENTRADA.
No tengo dudas. En ese abril se presentaba el disco "Pajaritos bravos muchachitos" que en una de sus canciones guardaba una frase que decía "el barro se hace cruel nos viene a sepultar" y fue así, la lluvia en la semana previa no dio tregua y al momento del show el barro cubría todo el previo. Una vez más una predicción Solariana haría más épica esa noche.
Y para terminar de redondear la noche, Carlos se volvía a reunir con sus ex compañeros, que en nuestro idioma es algo así como un "vamo lo redó".
Así que teníamos presentación de disco nuevo, reunión con Semilla, Walter y Sergio, barro y Fundamentalistas del Aire Acondicionado, que más se puede pedir?
El show arrancó con 3 temas fundamentalistas para ir calentando: "Nike", "Chau Mohicano" y "A los pájaros". Continuando con un triplete redondo, "Fusilados", "la de la novela" dijo Carlos antes de mandarnos a saltar con "Me matan Limón" y siguió el bailongo con "Unos pocos peligros..."
Nos acurrucamos para pasar el frío con "Y mientras tanto" seguido de "Había una vez" y una tanda fundamentalista que nos hizo mover a todos: "Martinis", "Black Russian" y "Todos a los botes".
La noche fue dando un paseo por la historia musical del Indio hasta que pasada una hora y media de show, el escenario se puso completamente azul. Deborah Dixon entonó "Blues de la libertad" y nos emocionó a todos, inclusive dejó sin habla a Indio que disfrutó del momento tanto como ella.
No nos terminamos de secar las lágrimas que salen a la cancha aquellos amigos: Semilla Bucciarelli, Sergio Dawi y Walter Sidotti acompañan al Indio tocando "La pajarita", "Ya nadie va a escuchar tu remera" (DE TO NA RON) y para los vejetes y amantes de aquellos cassettes comprados en los parques, cerraron el bloque con "Nene nena". Todavía les agradezco por vivir eso.
Saltamos con "Pedía siempre temas en la radio", nos emocionamos con "To beef" y tocamos el cielo, con lo que para mi fue la mejor versión de "Todo un palo" que metieron Los fundamentalistas. El solo del final fue estremecedor.
Para el cierre volvieron los ex y se juntaron con los actuales, un combo que logró mover unos 15 o 20 centímetros de lugar el hipódromo cuando llegó el pogo más grande del mundo, nuestro cierre de misa clásico: "Ji Ji Ji".
Las anécdotas adornan la misa, son esos detalles los que terminan de redondear la emoción del show: las caminatas con desconocidos, compartir lo que hay con cualquier amigo que nunca habías visto, los abrazos de esos que sólo los ves en cada misa y los canticos en cada esquina, la mejor parte. Ir caminando como cualquier persona normal y al escuchar un, por ejemplo, "Motorpsico" saliendo de un parlante de algún puesto de hamburguesas, te transformas instantáneamente en un zombie que solo sabe moquear y cantar. Eso no tiene precio.
Una noche inolvidable como tantas otras. Y vos, que anécdotas recordas de esa noche?
