BIENVENIDOS AL GHETTO

Ya no estás solo, estamos todos en este día y cada día. No venimos a enseñarte, solo a darte un lugar para que compartas este sentimiento. No somos nada mas que un grupo de amigos que disfrutan de una pasión sin límites y quieren contarla. Por suerte nunca ningún miembro de los Redondos ha confirmado alguno de los mitos que se generaron a su alrededor, lo que hace imposible afirmar lo escrito aquí. Disfruten del viaje, termina cuando ustedes quieran.


jueves, 23 de julio de 2015

Mas de una década acompañado por ese ángel.

No creo que ese "vamos a ver que hacemos" haya sido real. Creo mas en un Indio Solari mas cercano a lo causal, que a lo casual. Podes elegir entre mas de cien temas, rebuscar entre todos los sentimientos que te generan esas frases que vos mismo escribiste y que finalmente decidas decirle a todos esos que te acompañaron durante años "ya sufriste cosas, mejores que estas" no me parece casual.
Se que muchos puristas dirán "lo decidió Semilla", pero se que aunque la idea salió de él, la decisión final la tomó el Rey Patricio, es decir la Banda. Porque cuando te despedís de alguien que queres, le decís "cuídate"o "que te vaya bien". Necesitas dejar un abrazo, un cariño, un gesto para que te recuerden. Necesitas dejar una marca en el otro y que ese otro se apropie de ella.
Que mas puede uno pedir? Viajar cientos de kilómetros, pasar hambre, sueño, cansancio. Pispiar de reojo las caras de tigre hambriento de la milicada que cada tanto tiraba un "palazo" artero buscando encender el fuego que bastante controlado estaba por la misma gente. El escenario se fundía con la noche que recién comenzaba a caer. Las luces del estadio le daban lugar  a las que mas alumbran en esos momentos: la de los desangelados. La gente que resignada esperaba unos bises, cuando todos sabemos que post-"Ji Ji Ji" solo quedan miradas de cuerpos cansados y largas caminatas de vuelta; de golpe ves salir la banda al escenario nuevamente y tu perfil toma otro color, tu cuerpo es poseído por el fuego que vuelve a crecer y explota en un grito de éxtasis interminable que se funde con las primeras palabras del líder.
Mas o menos eso, nada mas. Poco? Nada? Que se yo. O lo sentís o no, calculo que todo se basa en eso. Porque en principio hablamos de arte, de música. Pero con tanto carretel, tanta vida juntos todo comienza a torcerse para un solo lado: el corazón. Y cuando nos damos cuenta de eso, el debate no me interesa. Si ganan dinero, quien tiene la culpa, lo que gasté para estar esa tarde ahí, si es la primera, la quinta, la vigésima vez que estás presente. Si tenes la remera, el disco, la revista.
A quien le importa? Ponele el mote que quieras, pero todo termina cuando digo: "porque yo lo SIENTO así".
Porque es eso y nada mas. Si a vos te preocupa la plata, a mi me preocupa esa banda que me conmueve cada vez que los escucho. Si te preocupa el dolor, el hambre o el cansancio del cuerpo por ir a verlos, te aseguro que el dolor, el hambre y el cansancio que se me genera en el alma por estar mas de una década sin volver a verlos es peor.
Y hoy hay cientos en este mundo que parecen enfermarse cuando nos ven. Cientos que les repugna lo que hacemos, lo que gastamos, lo que aguantamos para estar. Y esa gente tan ocupada en nuestras vidas vive al pie de la crítica fundada en "el Indio se llena de plata con ustedes, boludos".
Y pegan, critican, insultan como si a nosotros nos importara. Mientras yo sigo esperanzado de que el pelado cambie de opinión y anuncie un nuevo encuentro.
Porque no pierdo el tiempo en pensar en nada, mas  que en ser feliz y todo el tiempo en que vos te pasas criticando a aquellos que como yo viajamos días para "un show", yo me la paso pensando, soñando y flasheando con un abrazo único: el de una canción.
Fijate, todo eso que te hace feliz no es nada mas que material. Desde la minita que te acompaña, hasta ese cero km. con el que chapeas. A mi me hace feliz una canción. No necesito nada. Hasta me puedo emocionar tarareándola.  
Viste? Hay una sola diferencia entre vos y yo, lo que a cada uno nos cuesta ser felices.
Y el boludo soy yo...