BIENVENIDOS AL GHETTO

Ya no estás solo, estamos todos en este día y cada día. No venimos a enseñarte, solo a darte un lugar para que compartas este sentimiento. No somos nada mas que un grupo de amigos que disfrutan de una pasión sin límites y quieren contarla. Por suerte nunca ningún miembro de los Redondos ha confirmado alguno de los mitos que se generaron a su alrededor, lo que hace imposible afirmar lo escrito aquí. Disfruten del viaje, termina cuando ustedes quieran.


jueves, 26 de abril de 2018

Si ésta cárcel sigue así...

Sí, ya sé lo que me van a decir: "habla de los presos políticos", de la dictadura, de los que terminaban "injustamente tras las rejas", etc. Y a mi nunca me pasó eso, nunca estuve ni cerca de una comisaría, nunca me paró la "yuta" ni para pedirme documento, pero igualmente muchas veces me sentí preso.
Porque a veces tambien la misma sociedad, el mundo, el laburo, la vida te pueden tener preso y si esa cárcel sigue así, seguimos siendo presos.
Para tampoco ser ilusos de pensar que la canción habla de personas como yo, les hago un breve resumen de una canción obvia:
Si esta cárcel sigue así todo preso es político. (si el sistema judicial sigue así, manejandose de esta forma, todos los que pensamos diferente seremos presos políticos, porque no cometemos un crimen, solo pensamos y actuamos diferente) Un común va a pestañear si tu preso es político. (Entre los mismos que están encarcelados, se van a hacer señas para enterarse de que el que entra, es un preso político y no un asesino o ladrón) Obligados a escapar somos presos políticos. (es una obligación escapar, vivir en el exilio cuando hay un ataque de este tipo, ya sabemos que el sistema judicial está de acuerdo con el poder, entonces no nos queda otra que irnos o terminas presos) Reos de la propiedad los esclavos políticos. (Terminamos escapando y a pesar de ser libres somos reos de nuestra propiedad intelectual, por pensar diferente, no callarnos ni ser sumisos ante quien tiene el poder, terminamos siendo esclavos políticos) Quince años pagó ayer con tres bucos políticos (Quince años de cárcel por tres bucos (agujeros) políticos, por pegar tres tiros políticos, no balas, sino tirar pensamientos políticos diferentes)
todos esquivandole, temerosos políticos. (todos esquivan, todos te esquivan porque tienen miedo de estar con vos, aunque piensen lo mismo, tienen miedo al poder, al político de turno)
El ascensor ya sube (tu confesión ya sube) (A medida que tus pensamientos van subiendo, van creciendo, van sumando gente, más chance de caer tenes, más chance de que alguien confiese quien sos, que pensas y como pones en peligro al sistema)
¡deténganme! ¡deténganlos! (dos palabras que definen los sentimientos del perseguido político: "detenganme", alguien que me frene o me van a agarrar, alguien de confianza que me calle así no caigo. Y el "deténgalos" sigue siendo una injusticia, ellos tienen que ir presos, no yo. Cuando uno piensa diferente, sabe que tiene chances de caer y eso genera miedo y a su vez, desea que el poder caiga).

Siempre le encontramos una forma de vincularnos a las letras por eso las sentimos tan a flor de piel, aunque como dijimos antes, sabemos (en realidad suponemos) que va a un caso particular, logra Solari envolvernos en esas letras. Porqué, cuantas veces te sentiste perseguido y preso del sistema? Cuántas veces sentiste que por quejarte y no callar las injusticias, tenías más chances de terminar fuera de tu trabajo, facultad, gremio en lugar de conseguir cambiar las cosas?
Eso es un preso político, somos todos presos políticos, todos estamos atados al sistema, a cada pequeño sistema, desde el gobierno hasta el lugar más chico que te envuelve, inclusive una escuela. Si hablas, si te quejas, si despertas el pensamiento del resto y como dicen "mover el avispero" del sistema en el que estás, comenzas a ser una molestia para el poder, para el que domina y maneja todo. Ahí es cuando se te cruzan los sentimientos de "para que me meto", porque nadie me frena así me evito problemas (detengame) y las ganas de que se caiga todo para que sea un poco más justo (deténganlos). Siempre hablando de los desangelados, los que no nacimos con todo servido ni con todas las oportunidades a mano. Digamos para usar un término que se utiliza mucho ahora, la "meritocracia" no nos favoreció. Entonces tenemos que remar, luchar, pelear para llegar a algo y, si encima no nos resulta indiferente la injusticia, más allá de que a nosotros no nos afecte nos involucramos en el sufrimiento del que tenemos al lado, es más notoria la disyuntiva entre el "detengame" y "deténganlos". Y si salis a defender y te ponen un voleo en tu laburo? Ya sabemos lo que es el poder, dependiendo la persona, te pisotean o te ayudan. Entonces, seguramente en algún momento de tu vida te sentiste un preso político, preso de un sistema sin chances de patear el tablero o si lo hiciste tratando de que todo sea un poco más justo, terminaste perdiendo todo, bueno, a ese tipo de cárcel estamos sometidos. A pesar de eso, las personas que en general agitamos la bronca frente al poder, no podemos cerrar la boca y dejar que todo transcurra como siempre.
Ahora, un consejo si estás en esa posición hoy, mastica la bronca, aguantate y hasta quizás agacha la cabeza, pero nunca, nunca te quedes callado. Siempre seguí gritando tu bronca y plantándote ante la injusticia porque de esas personas que no callan, se logran los cambios, los buenos, los que hacen que todo sea un poco más parejo y justo.
Y te dejo pensando, no sentís que cada vez estamos más presos del poder? Que cada día que pasa las manifestaciones, las marchas, la gente que no quiere ser pisoteada y no se banca las injusticias propias ni las que sufren los demás, tiende a ser pisoteada por el poder directamente o indirectamente por sus empleados en las redes sociales...? No te pasa que cuando ves una persona reclamando algo, salen miles a ponerlo en una posición ridícula, o acusándolo de algo y terminan poniendo a la victima en posición de victimario o loco? Hoy quizás no haya cuadrillas de ultra-violetas en autos verdes buscando al que levanta la voz, para reprimirlo, pero si hay un ejército mucho más peligroso, generando opiniones en medios y redes lavando cabezas y acallando a los que tratan de "mover el avispero" para cambiar ciertas injusticias, entonces, somos libres o también somos presos políticos...?




jueves, 19 de abril de 2018

Yo sabía..

Un día te anuncian la fecha, te agarra una emoción increíble. Empiezas a hacer mil planes, te manijeas, llamas a todos, queres gritarle al mundo cuando viajas, en que, que vas a comer, el asado, el fernet, el vino. Con quién vas, a donde nos encontramos? Esas sensaciones que desatan las bandas de rock en la gente y en los desangelados, mucho más.
El Indio en la suspensión de Olavarría lo describió claramente, los llamados desangelados, prácticamente toman como sus vacaciones esas escapadas a la misa, como su única distracción. Los desangelados no tienen ni tiempo, ni dinero para pasar 15 días en el mar o las sierras. Hemos perdido trabajos, parejas, nos hemos perdidos cumpleaños de familiares por viajar a una misa, aniversarios.
Hemos dejado todo de lado por ser felices a nuestra manera. Muchas veces sin dinero, solo pasaje y entrada. Que una persona puede ser feliz sin un peso, viajando incómodo, sin dormir, con hambre, dejando familiares, novia, esposa, enojados, sabiendo que tiene que pasar más de un día con la misma ropa, sin bañarte. Que una persona haga todos esos sacrificios para pasar dos horas viendo una banda, no tiene explicación, por eso se define exclusivamente como un sentimiento.
Ahora, imaginate lo que pasa por la cabeza de un chico cuando se entera de que sus vacaciones, su escapada a la realidad ya tiene fecha? Cómo se siente un chico que sabe que su felicidad máxima tiene fecha? Eso es lo que nos pasa en la previa a ese día, todo lo que sentimos y vivimos en los días previos.
Ahora nos ponemos en el lugar del otro, del que queda en casa. Imaginate como se pone tu vieja, tu hermana, tu abuela, tu novia, cuando te vas uno o dos días sin un peso a cientos de kilómetros de distancia de tu hogar?
La misa tiene eso. Nos reúne a todos los ricoteros, con miles de familias que se quedan en casa preocupados por como estamos o cuando volvemos. Sobretodo con los antecedentes de la policía argentina.
Por eso, hoy como cada 19 de abril, me pongo en el lugar de Walter (encima me llamo igual). Como se habrá sentido en esa semana previa, lo contento, las ganas, ese de boca en boca que se vivía en aquella época, en el momento en que un amigo le dijo "tocan los redó". Encima ves su cara en las fotos y no te imaginas maldad o vandalismo, como nos quisieron hacer creer. Ves ternura y sueños. Ves humildad y necesidades. Ves miles de sensaciones, sentimientos, pero no ves un final.
Lo veo y me imagino un niño, yendo a una fiesta y que de golpe aparece un monstruo más grande, con poder, a llevárselo. Un monstruo que le está robando su fiesta, su misa. Sin motivos.
Cómo entender que alguien puede ser tan malo? Como no se puso a pensar en su familia, sus amigos? Como no pensó ese comisario en que solo era un adolescente?
Y tantos años después, ahora me toca ser padre y me pongo en lugar de la abuelita. Primero ves las noticias, tan amarillas y rojas que solo asustan. Preferis evitarlas, porque sabes que son siempre igual, los medios van al recital a buscar quilombo, necesitan vender. Pero después, no aparece y el reloj pasa rapidísimo. Las horas vuelan y no hay noticias. La desesperación es inimaginable. 
Ese 19 Walter no llegó a la misa. Al otro día Walter no llegó a su casa. Con sus 17 años Walter no volvió a la escuela para terminar quinto año en el Colegio Nacional Rivadavia. Tampoco fue al Campo Municipal de Golf, donde trabajaba. Con 17 años, a Walter lo mató la policía, sin excusas, sin compasión, lo mataron a golpes.
Nos quedó el ejemplo de su abuela que luchó incansablemente para que sus asesinos, con el comisario Espósito a la cabeza, sean juzgados y por problemas de salud no pudo presenciar la sentencia (de 3 años) al comisario.
Walter fue a ser feliz, como cualquiera de los miles que en cada misa agarramos la mochila y salimos a la ruta para encontrarnos con nuestro ídolo y nuestra familia pagana. Pero no volvió. Eso paso hace mucho tiempo, en la infame década de los 90, gobernada por el Neoliberalismo Menemista que dejó al país y, en especial a la juventud, en ruinas. Más acá en el tiempo las cosas lejos están de mejorar. Más acá en el tiempo, las campañas a favor del gatillo fácil y la represión son constantes y hasta los jóvenes se ven envueltos en esos "juegos de trolls" apoyando la mano dura, como si estuviéramos exentos de esos ataques. Casi 30 años después la gente enaltece a un policía que asesina a un niño de 11 años, por creer que ser "negro", es equivalente a ser "asesino". Tiempo después se prueba que el policía que asesinó a ese niño había consumido cocaína, pero ya los medios casi ni hablan del tema.
Se que desde el poder, los millonarios de turno celebran cada muerte a manos de un miembro de las fuerzas de seguridad, de hecho lo demostraron públicamente. Pero nosotros, los ricoteros, los rockeros, los jóvenes (en este último grupo no me incluyo), debemos alzar la voz al ver estos casos, investigar, no dejarnos llenar la cabeza, ver por nuestros propios ojos lo que pasa. Ser un rockero no te hace un peligro para la sociedad, ni ser un hippie, ni ser indígena, ni siquiera ESTAR ENFRENTADO AL SISTEMA. Solo sos un miembro más y tenes derechos como todos.
Creo que van a pasar años y voy a seguir tratando de imaginar que pasaba por la mente de Walter cuando estaba entre medio de esos policías. Nunca entenderé que pasaba por la mente de esos policías en ese momento.
Hoy sigo pensando en su familia, sus amigos, sus compañeros. Cada abril es una lágrima. Cada "Juguetes perdidos" es un abrazo, una mirada al cielo, un llanto. Ojalá para nosotros siga siendo bandera y no recuerdo. Que nos sirva para no bajar los brazos ante la brutalidad policial y que nos acomode las ideas, para ver que el peligro, está vestido de azul y no con toppers y remera negra.

Yo sabía que a Walter lo mató la policía.



A la banda de Aldo Bonzi, LOS REDONDOS SABEMOS DONDE TENEMOS EL DOLOR...

sábado, 14 de abril de 2018

Rayos de aquí, para allá...

Uno a veces habla de Solari casi como si fuera un vidente por sus letras, por lo cercano a la realidad actual con letras que escribió hace 20, 30 años. Y la verdad es que más que a un Solari vidente, tenemos que entender que el ser humano es experto en tropezar varias veces con la misma piedra. Una de las fotos que se viraliza anoche es ésta y es inevitable no recordar la frase que titula este posteo. "Rayos de aquí, para allá". Mirasi tenemos que retroceder años para atrás para llegar a Octubre y la lucha entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Esos ataques del norte con los misiles intercontinentales que tardaban seis minutos en cruzar el océano, "son seis minutos y nuestra mami va a contestar". Esa guerra entre políticos asesinando a distancia hoy puede llegar a revivirse, según dicen algunos grandes medios de comunicación. Claro que esos mismos medios son los que afirman que en el medio de Damasco, la ciudad bombardeada, había armas químicas. Una vez más, "Nuestro amo juega al esclavo", mostrándose protector del mundo ante la amenaza asiática. Una vez más la guerra está latente y los miedos surgen. Aparecerá Rusia como aliado de Siria para enfrentar al trío formado por Reino Unido, Francia y Estados Unidos?
Si venís de otro mundo, te informas de la actualidad mundial y luego te pones a escuchar "Canción para naufragios" es imposible no pensar que está escrita en este momento.

Es tan chiflado y obnubilado que puede ser... 
Tan caprichoso y tan sonado que puede ser... 


Puede haber una forma más perfecta de describir al líder estadounidense Donald Trump? Desde que apareció públicamente como conductor de su propio reality se lo vio de esa forma. Un loco que no ve más allá de su nariz, empecinado con su riqueza y sin escrúpulos en su accionar para aumentarla.

Bombas de aquí para allá 
Puede ser, es irreal 


Es inevitable cantar estas estrofas al ver los noticieros anoche. Las imágenes eran solo eso flashes en el cielo Sirio, no se ven las muertes, ni se identifican, eso es imposible e innecesario para los medios, lo importante es mostrar el poderío del atacante. Todo tan irreal por la distancia en la que estamos, solo lo vemos y "como tanta otra tristeza a la que te acostumbras", cambias de canal para ver alguna banalidad del momento. 


Ya no estás sólo Estamos todos en naufragar 

Vaya a saber que será de este mundo en los próximos meses, solo que a esta frase se le pueden atribuir tantos significados que podríamos hablar horas. De aquel tema fundacional del rock nacional "La balsa", salen Los Redondos a ponerse en La vereda opuesta. Ya no estás solo y triste en este este mundo abandonado, sino que la banda viene a acompañarte en este naufragio. Podríamos decir que en esa época era casi una advertencia, si hay una guerra naufragando todos, nadie sale vivo de aquí. La he visto en banderas y para los Ricoteros también tenemos eso de unirnos en frases. Ya no estamos solos los desangelada, estamos juntos.

Son seis minutos y nuestra "mami" va a contestar 
"Mami" elimina el error de que vos sos capaz 


Lo de los "seis minutos" y la "mami" lo contó una vez el "Ruso" Boimvaser en la presentación de su libro "A brillar mí amor" en Rosario. Seis minutos era el tiempo que tardaban los misiles de un país a otro. La mami era una referencia a las agencias de inteligencia que manejaban la guerra en ese momento: la KGB por el lado de la Unión Soviética y la CIA por Estados Unidos. Era contar seis minutos desde que salía un misil desde un continente para su llegada a destino y en ese momento era esperar la respuesta de la "mami" la otra agencia de inteligencia.

Rayos de aquí para allá 
Puede ser, es irreal.


Es una historia de nunca acabar, el colonizador buscando excusas para atacar otro pais y robarle sus riquezas (en general el petróleo). Estados Unidos lo usa casi como único método de subsistencia con países que a nadie le importan. Pasa casi desapercibido su accionar y lo vemos apenas de reojo en las noticias (hoy es más fácil enterarse por las redes sociales). Ahora en los últimos años se han comenzado a levantar potencias que están en el lado opuesto (Corea y Rusia) y eso nos lleva a pensar si no estamos en las puertas de una nueva guerra...

martes, 10 de abril de 2018

Aún sin tu amor.



Se arrimó despacio como pidiendo permiso sin hablar y me abrazo por la espalda. Hacía un día que no hablábamos. Hacía más tiempo que nos evitábamos. Pero a veces todo sana con un simple abrazo y un silencio. Tristemente segundos después me desperté. No estaba ni ella, ni sus cosas y casi nada de su recuerdo. Mientras me lavaba la cara pensaba tratando de convencerme “para que si vivíamos peleando?”. La casa estaba dada vuelta, las botellas tiradas por todos lados. Y otra que no era ella estaba tirada en mi cama. Ni se su nombre, tampoco me importó. Así como me desperté, ella hizo lo mismo, se lavó la cara, un beso frío de despedida, miradas cruzadas con vergüenza, tibia vergüenza, de esas que salen al principio y con cada segundo que va pasando se va apagando. Solo fue una noche. La complicidad de miradas fue calmando el “que habremos hecho”. Apenas cruzó la puerta comencé a sentir la soledad.
De reojo mire el almanaque, la verdad ni sabía que día era, solo estaba seguro de que todavía no se había consumido enero y con eso me conformaba. Como si fuera una casa desconocida, revolví un poco la alacena para tratar de encontrar un café que nunca encontré. Todo estaba tan alejado de mi, como mis ganas de sentirme bien. Apenas fueron dos años juntos, no se porque cuesta tanto a veces. Hubo más largas, más apasionadas, más desilusionantes relaciones. Quizás lo que duele es pensar que tuvimos culpas mutuas, que hubiésemos podido, donde hubiésemos llegado. Todo se tapa con esa clásica mentira “estoy mejor solo”.
Eso de no encontrar el café me empujo a caminar y rebuscar un bar en la zona. Lo de caminar con un poco de resacas de amores y de alcohol, me llevo a pasar de una caminata buscando una mesa a sentarme en el primer asiento vacío del subte. Ni me fije línea, ni destino, ni horarios. Como si fuera un zombie, caminas y caminas, y si cruzaba un colectivo sería lo mismo, igual un tren. Igual un abismo.
Al rato largo de andar y andar, comenzaron a caer los mensajes. “Qué hacemos hoy”. “Zarpada la noche que pasamos”. “Tenemos que repetir lo de anoche”. Y yo mientras caminaba, no terminaba de definir si regresaba a casa y limpiaba, abandonaba la ciudad o volvía y prendía fuego todo el edificio. No estoy loco, no soy un asesino, solo estoy perdido sin mi estupidez.
Después de mucho andar, comencé a recobrar la conciencia y eso me empujó instantáneamente a ponerme los auriculares. Volví casi sin querer a mi posición de "como soporta la gente este mundo sin auriculares? Mientras buscaba que escuchar, las manos me temblaban, el alcohol me seguía retumbando en el cuerpo. Leía las listas y entre tantas cosas me convencí a mi mismo que la que se llama Redondos+Indio me iba a empujar, me iba a despertar, me sacaría de la depresión y me elevaría las ganas de volver a salir de joda. Eso es! Música al palo, buen rock del país, agitar un poco el cuerpo para quitar el polvo del alma.
Primer tema que suena “La hija del fletero”. Podría haber sido “JiJiJi”, “Nuestro amo juega al esclavo” o “Yo caníbal”. Pero no, el Indio tenía que decirme al oído que esa linda e infinita (frase que tantas veces usamos para ganar), se fue lejos a otros lares donde "parece" ser feliz. Creo que el parece siempre fue un tratar de convencerse de que todavía me extraña. No es de masoquista, pero así como duele sentís inmediatamente la necesidad de poner “repeat” y escuchar como se rompe tu corazón un millón de veces junto al sonar de la canción.
El “me reclamaba” pasó a ser “nos reclamamos”. Nos mandamos al descenso, no podemos recordar sin rencor, hicimos de todo y finalmente, cuando miro para atrás es imposible olvidarme del último momento, “no me gusto como nos despedimos”, seguramente ambos, por lo menos de mi lado seguro, teníamos ganas de tirar todo para atrás o de simplemente tener un último beso, o más seguro un beso que de vuelta todo, que borre los malos momentos que nos empujaban al adiós y que nos vuelva a unir. Pero no, esa última chance, esa últimas vez que vi sus labios no me la puedo olvidar. Daban rocío y por caprichoso, por orgulloso o por estúpido, no bebí.
Ya no hay cartas suyas, ya no hay mensajes y los últimos que cruzamos mejor borrarlos. Sí, hoy solo como sopa de almejas, de amores nada. Sí, hoy las noches son más largas que los amaneceres, los vicios ocupan más lugar que los abrazos y las mañanas son más duras que el levantarse. Pero hay que seguir.
Ya son las cinco de la tarde, el celular va drenando la batería o sólo busco una excusa para volver. Es hora de empezar a contestar los mensajes, de acomodar un poco la casa, el cuerpo y volver a la calle. Es hora de empezar.
Entre los mensajes se me dio por contestar uno. Justo el que menos me interesaba hace unas horas. Ese de hace una semana y que era tan simple como interesado/interesante sólo porque sabía que era totalmente sincero, y decía “como estás?”. Era mi amiga, esa que mil veces me había dicho “tenes que frenar, olvidarla y seguir”. Para contestar estuve cinco eternos minutos cambiando la frase, bien, mal, ni idea, hablemos, te extraño, que haces. Tantas vueltas y finalmente le escribí “hola”. Nada le dio más calma a mi mente que ver inmediatamente el “escribiendo” arriba del chat. “Cómo estás?” me respondió de nuevo. Pensé un rato y se me vino a la cabeza el primer día en que nos conocimos. En el 2008, cuando viajamos a San Luis a ver al Indio nos tocó el mismo colectivo, como los dos viajamos solos nos sentamos juntos y a pesar de nuestra timidez característica, comenzamos a hablar. De ahí en más no nos separamos hasta estos últimos días.
“No se ni como me siento, pero como dice el Indio, el mundo sigue girando, aún sin su amor”.
“Prepara el mate, en un rato estoy por tu casa” me contestó y en ese momento me di cuenta que mientras leía el mensaje, volvía a sonreir…