BIENVENIDOS AL GHETTO

Ya no estás solo, estamos todos en este día y cada día. No venimos a enseñarte, solo a darte un lugar para que compartas este sentimiento. No somos nada mas que un grupo de amigos que disfrutan de una pasión sin límites y quieren contarla. Por suerte nunca ningún miembro de los Redondos ha confirmado alguno de los mitos que se generaron a su alrededor, lo que hace imposible afirmar lo escrito aquí. Disfruten del viaje, termina cuando ustedes quieran.


jueves, 20 de diciembre de 2012

EN ESTE DÍA Y CADA DÍA..


Ya hace más de 3 décadas. Te vi nacer aunque yo no estaba aquí, te pude recibir. Peculiar sensación, pero se que estuve en cada momento de este viaje. Estoy seguro de eso, por mas que me llamen mentiroso, por uno u otro motivo siempre me identificaste y relataste mi historia en cada segundo de este andar. Sonará a cuento, muchos dirán que es mentira, pero mi memoria estuvo grabada en tus libros y la mayor parte de mis emociones las escribiste con cada uno de los capítulos de esta leyenda redonda.
Hay algo que nos une y nos unirá eternamente, por más cursi que suene este amor no termina, terminó, ni terminará jamás. No se corta, no se dobla, ni se quiebra. Es difícil explicarte esto, PATRICIO, pero estamos unidos y por mas golpes que sufrimos en todo este tiempo, nada nos pudo separar.
Mira que la vida es hija de puta y nos golpea fuerte y duro. Nos lastima, nos deja desolados mirando el piso, nos ahoga y solo encontramos un respiro cuando alguien nos abraza y nos consuela. Ahí es cuando mas te sentí. Cuando no encontraba consuelo y el hueco en el pecho se abría sin impedimento alguno, cuando me asfixiaba en lágrimas y la rabia me comía entre nervios vos estabas ahí. En pleno suplicio que se tornaba interminable, estabas a lado mio y de eso no me olvido. Yo llorando por ella y cuando nadie se me arrimaba ni me comprendía me abrazaste en un gualicho que por momentos me hizo olvidar su ausencia. Salí a la calle y por vos empecé a curar heridas en nuevos romances que sanaron más rápido de lo anunciado las lesiones provocadas por ese amor inalcanzable. Ahí estabas vos, Patricio, acompañándome sin descanso.
Cuando mas bronca tuve, por ese amigo que se cago en nosotros y vendió por miserias todo lo que le habíamos confiado, vos estabas ahí. Cuando esa hermandad que pensamos eterna tuvo precio y nos dejaron tendidos por la sal que volcó en nuestras heridas con su traición, vos y sólo vos, saliste en mi defensa. Y con un grito hecho canción selló la ingratitud en los pómulos de ese engreído hablador.
Porque me cantaste historias que me llenaron de conocimiento, de viejos héroes y nuevos villanos, de libros y películas que en mi puta vida note. Porque me llevaste a viajar fuera de mis límites, de mi época, de mi vida. Me llevaste bien lejos, hacia esos paraísos que nunca visité y hacia esos infiernos de donde nunca salí. Me hablaste, de frente, sin mentiras, sin hacerme sentir diferente por más desigual altura que ocupemos. Yo estaba ahí a tus pies y vos siempre respondiste dándome la mano y levantándome. Acá no había dioses, solo nosotros y estábamos a la par.
Entendiste mi locura y le diste el remedio indicado para que ya nunca más pueda curarse.
Por eso, cuando se ríen por el amor que te tengo, no les doy importancia. Ellos no lo van a entender, vos y yo si. Este amor es justificado. Nunca me dejaste solo y yo nunca te dejare de seguir. Esta comunión es eterna y yo me empecino en seguir naufragando dentro de este mar de ricota. Las heridas sanan, las marcas se borran y seguimos por este camino. El viaje termina cuando ustedes quieran dijeron y ambos sabemos que estamos muy a gusto peregrinando par a par por este mundo redondo.
No importa quien nos convoque, ahí estaremos para vernos, para abrazarnos. Las banderas bien altas envueltas en orgullo, el espíritu en llamas desplegando rebeldía y el corazón rebasando el pecho que está siempre dispuesto a morir dentro de esta marea sísmica que deja tatuado el suelo donde pisa. Esos, somos nosotros. Los incansables caminantes que dejan hasta los últimos resoplidos de aliento, para poder llegar a reencontrarnos. Los soñadores sin límites que están dispuestos a atravesar las ciudades más áridas de gloria rock and rollera. Nada nos detiene Patricio, donde nos convoques ahí estaremos.
Naciste hace tanto tiempo y por más que muchos digan que ya no estas, yo sigo llevándote conmigo.  Sintiéndote conmigo. Avanzando en esta vida sabiendo que de mi lado nadie te va a arrancar, ni las peleas, ni los dolores, ni los amores, ni las traiciones.
PORQUE NADA EXTINGUE EL AMOR, CUANDO ES REDONDO Y DE RICOTA...
PATRICIO, TU REINADO ESTÁ MÁS ENÉRGICO QUE NUNCA Y SEGUIRÁS SIENDO UN ETERNO MONARCA EN ESTE, MI MUNDO...     


Texto: Ricoteros de Alma.