BIENVENIDOS AL GHETTO

Ya no estás solo, estamos todos en este día y cada día. No venimos a enseñarte, solo a darte un lugar para que compartas este sentimiento. No somos nada mas que un grupo de amigos que disfrutan de una pasión sin límites y quieren contarla. Por suerte nunca ningún miembro de los Redondos ha confirmado alguno de los mitos que se generaron a su alrededor, lo que hace imposible afirmar lo escrito aquí. Disfruten del viaje, termina cuando ustedes quieran.


lunes, 14 de marzo de 2016

Cuando el fuego crezca

Ahora ya llegamos. Estamos en casa, la revolución pasó y la sangre camina más tranquila por nuestras venas. Ahora comenzamos a soñar con el próximo encuentro, la próxima peregrinación, una nueva misa.
Pero antes de que todo esto vuelva a pasar, paramos un toque y pensamos: Como estás?
El finde no solo tus temas nos movieron el piso, también tu confesión. Saliste tras bambalinas y abriste tu corazón para contarnos tu sufrimiento, eso que es tan personal, pero que a la vez tenías esa necesidad de contarle a, nada más y nada menos, tus amantes.
La pregunta que nos hacemos tus fieles seguidores, es: Te sirve realmente tocar? O duele y complica más todo el pesado tratamiento que necesitas?
No queremos inmiscuirnos en algo que es tu vida, pero tampoco queremos ser egoístas con ese conocido-desconocido que tanto nos dio.
El pensamiento es simple y solo queda en tu decisión, pero lo que sea que decidas, todos nosotros lo vamos a aceptar.
Si tocar te hace bien, te revitaliza, te da esa fuerza y esa energía que necesitamos para enfrentar esto que llamamos vida, dale que va. Convocanos a donde sea, como sea llegaremos y ahí estaremos. No importa el clima, el piso o la distancia. No nos importa si entonás, si pegas alguna desafinada o si ni siquiera podes hablar, a donde nos convoques, estaremos.
Fan? No, amor. Amor y pasión por el tipo que nos enseñó filosofía, historia, literatura y muchas cosas más mediante sus letras. Amor por el tipo que nos dio el mejor de los abrazos cuando más dolidos estuvimos y eso solo con un puñado de canciones.
Amor que fue un feed-back constante, gracias a cada una de las poesías que grabaste.
Ahora si toda esta parafernalia que implica salir del letargo para tocar te complica más de lo que ayuda, aceptaremos y disfrutaremos más el verte bien, que verte tocar.
Este asunto está ahora y para siempre en tus manos, Carlos. Lo que sea que decidas, nos hará felices.